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José Antonio Castro Román (IU Málaga). Un líder forjado entre Triana y la Cruz del Humilladero

Coordinador provincial de IU en Málaga. El nombre de este republicano suena con fuerza para liderar la coalición de izquierdas en Andalucía, aunque él, de momento, se resiste
Un análisis simple concluiría que su apellido, el mismo que llevan en su carné los hermanos que desde hace medio siglo gobiernan la Cuba comunista, era una predestinación. Sin embargo, los caminos para abrazar la fe del marxismo son, como las sendas para llegar a Dios, inescrutables. En el caso de José Antonio Castro Román (Sevilla, 8 de marzo de 1974) confluyeron factores como el recuerdo de su abuelo republicano, que tuvo que esconderse para evitar su muerte a manos de os nacionales; el ejemplo de su padre, Fernando, un capataz de obra sin militancia política pero comprometido con la izquierda y que le robaba horas al sueño para leer; o la conciencia de clase que se va forjando en un 'niño de la transción' y adolescente en época de la movida de los años ochenta al vivir en un barrio obrero.

Concretamente en el de Triana, donde nació en el seno de una familia numerosa. Seis hijos tuvieron el trianero Fernando y la jerezana Dolores. José Antonio fue el penúltimo en venir al mundo en los años finales del franquismo. Sus recuerdos estudiantiles en la EGB son los de la escuela Sara María, hoy desaparecida y cuyos terrenos ocupa un supermercado, y el bachillerato en el instituto Vicente Aleixandre. Es en estas últimas aulas donde empieza su actividad política con el ingreso en las Juventudes Comunistas y en IU y su activo papel en la organización Faema-Estudiantes Progresistas de Andalucía, de la que llegó a ser coordinador regional.

Su vida personal da un giro cuando estudiaba tercero de BUP. El amor por Anabel, con quien está casado y tiene dos hijos, Antonio, de 15 años, y Sara, de 11, le llevó a venirse a vivir a Málaga. Se instaló en Los Palomares, un grupo de viviendas cercanas a la depauperada barriada de García Grana en la capital. "Me siento muy de la Cruz del Humilladero", suele decir este vecino actual del barrio de Cortijo Alto de la capital, al que definen, quienes le conocen, como una persona sensible, cariñoso y amante de sus amigos y la familia, con quien busca pasar el mayor tiempo posible cuando sus obligaciones se lo permiten. Le encanta jugar con sus hijos.

- Pintor, camarero y repartidor.

En el año de la Expo dejó los estudios sin terminar el COU. Con el tiempo se matriculó en la UNED para estudiar Sociología, carrera que aún no ha concluido por el tiempo que le 'roba' la política. El abandono de las aulas le llevó a buscarse la vida en diversos trabajos. Fue camarero, pintor, repartidor de publicidad o montador de muebles. Paralelamente, continuó su militancia política, ya en Málaga, donde se integró en el equipo del PCE entonces liderado por José Luis Centella, donde fue nombrado responsable de Finanzas, convirtiéndose en el más joven de la historia en ocupar ese puesto.

Y es que, según coinciden en destacar quienes le conocen, José Antonio Castro siempre ha demostrado desde joven una gran madurez, sensatez y un talante dialogante. Cualidades a las que se une su enorme capacidad de trabajo. En este sentido como curiosidad, a pesar de los cargos que ocupa, es habitual verle en las labores de montaje de la caseta 'El Rincón Cubano' que cada año abre IU en la Feria de Málaga y también sirviendo los populares mojitos.

De esa mitad de los noventa es la anécdota que protagonizó en la campaña de las elecciones municipales de 1995. Tantos kilómetros le hizo su Vespino recorriendo la capital en labores de buzoneo de propaganda electoral del entonces candidato Antonio Romero y de reuniones, que cuando concluyeron los comicios tuvo que mandar la moto al desguace.

- Bético y blanquiazul.

En 1997, siendo coordinador provincial el hoy consejero de Turismo, Rafael Rodríguez, este auxiliar administrativo entró en la dirección provincial como responsable de Organización y Finanzas. Un cargo que le llevó a recorrer la provincia, conocerla territorial y socialmente y a "amarla", como suele decir este fiel seguidor del Real Betis Balompié y el Málaga C.F. y al que una lesión en el tobillo izquierdo le retiró de jugar al fútbol-sala, una de sus pasiones junto al senderismo.

La marcha de Rodríguez de la dirección de la coalición aupó en 2003 a este republicano convencido al puesto de coordinador provincial, un cargo que revalidó en 2008, cuando compitió con su compañera Encarnación Páez. Desde las elecciones autonómicas de este último año es parlamentario autonómico y ahora es el portavoz de la coalición de izquierdas, amén de integrante de la ejecutiva andaluza y del consejo federal de IU.

Su nombre suena estos días con fuerza para sustituir como coordinador andaluz de la coalición a Diego Valderas, quien hace una semana, en una entrevista, reconocía que Castro "es un líder". Una apreciación en la que coinciden sus más cercanos, quienes añaden a esta cualidad otras como que es un político muy disciplinado, nada ambicioso y que antepone los intereses generales del partido a los personales. José Antonio Castro se resiste, de momento, a dar el paso y cuando se le pregunta elude la cuestión con los argumentos de que ese tema 'aún no toca' y que estará 'donde los compañeros' le pongan.

Su imagen no es la de un político al uso. Tiene tres pendientes en la oreja izquierda y no suele llevar corbata. Sí se la pondrá el próximo 28 de febrero con motivo del Día de Andalucía y donde se nombrará a título póstumo a Manuel José García Caparrós como Hijo Predilecto de la región. Una reivindicación histórica de IU y donde Castro ha estado especialmente involucrado.

- Queen, banda sonora.

A pesar de haberse criado en un barrio de gran tradición cofrade, no tiene predilección por la Semana Santa y es que, según suele comentar, no le gustan las aglomeraciones, ni siquiera las de las tradicionales fiestas anuales del Partido Comunista. Su color preferido es el verde esperanza y la banda sonora de su vida está marcada por el rock. Queen, en el ámbito internacional, y Fito y los Fitipaldis, en el panorama nacional, son sus grupos favoritos.

En su biblioteca se suceden los ejemplares de novela histórica y los de ensayo, con especial predilección por los de sociología y antropología. No le gusta José Saramago y siente una especial predilección por Mario Vargas Llosa.

José Antonio Castro no es un político de ídolos, pero reconoce que ha aprendido mucho de Rafael Rodríguez y José Luis Centella. Dos históricos del comunismo provincial.

Antonio M. Romero (Diario SUR)